Hace varios años el doctor Miguel Couto llegó a cumplir su internado en el hospital de Mercedes y desde ese momento comenzó a ejercer la profesión en Soriano, llegando a localidades como Palmitas, pero también se vinculó con Cams.
Su carrera lo llevó desde hace varios años a radicarse en Maldonado, pero semanalmente llegaba a la guardia de la emergencia del hospital porque entendía que era difícil dejar a sus pacientes y todo lo que lo unía a Mercedes.
Los cuidados que este año se han sumado por la pandemia y los kilómetros que debía recorrer en frías madrugadas, lo llevaron a tomar una decisión muy meditada, que fue dejar finalmente las guardias en el “Zoilo A. Chelle”.
Días atrás cumplió la última, oportunidad en que dialogó con Crónicas, este apreciado médico que además ocupó en algún período el cargo de presidente de GRE.ME.SO.
El doctor manifestó que “sólo tengo palabras de agradecimiento por todos los momentos compartidos, por todo lo que he aprendido y por el cariño que siempre recibí de toda la gente de Soriano y sin dudas que en el transcurso de los años he aprendido a querer a muchos pacientes.
Desde hace cinco años estoy radicado en el Este y ese sentimiento fue lo que no me permitió durante todo este tiempo alejarme de Soriano y me mantuviera viajando en forma semanal, recorriendo 800 kilómetros para seguir mi vinculación y continuar atendiendo a mis pacientes.
Qué decir de los compañeros de trabajo que tuve durante todos estos años, de quienes me llevo el mejor recuerdo, por lo que creo que la palabra que mejor resume todo es: gratitud. Gratitud hacia los colegas, las instituciones que me acogieron, los compañeros y la gente toda.
Con 21 años comencé el internado, luego me quedé ya como médico y durante todo este tiempo he tenido infinidad de experiencias, he librado muchas batallas, algunas ganadas y otras perdidas, que son las que más duelen, y en algunos casos atendí a niños que hoy ya son mayores e incluso han formado su familia.
Una de mis tareas era en la policlínica de Palmitas donde los vecinos me trataban como un integrante más de la localidad y también supe allí cosechar infinidad de amistades, que hasta el día de hoy conservo.
Durante mi presencia aquí en Mercedes mi primer trabajo fue en el hospital, luego EMS también me dio la oportunidad de integrar su equipo, hice guardias en Palmar, Palmitas, estuve en Cams, por lo que las anécdotas que tengo son innumerables y tengo gente muy querida.
Los colegas me dieron la posibilidad de presidir GRE.ME.SO.; fue una experiencia muy enriquecedora porque siempre tuvimos el espíritu de construcción y el deseo de hacer lo mejor por todos. Cumplí muchas gestiones en la capital y una de las que resalto es haber logrado que se dictaran cursos de Pediatría, lo que permitió que muchos de estos profesionales pudieran formarse en Mercedes. Esperamos que esto pueda seguir por mucho tiempo más y se sumen otras especialidades, porque al médico del interior le resulta difícil viajar a la capital para seguir perfeccionándose.
Mi labor continuará ahora en una mutualista privada de Maldonado y también a nivel de salud pública.
A través de Crónicas quiero enviar un gran saludo a todos quienes me permitieron durante todos estos años cumplir con mis metas y como dice una canción que me envió uno de mis pacientes: ‘no me despido, porque el pago me lo llevo en el corazón’”.